Lávate las manos con más frecuencia de lo habitual, con agua y jabón por más de 20 segundos, sobre todo si acabas de estar en un sitio público o donde haya un tráfico constante de personas. También sería conveniente que te lavases las manos después de estornudar, toser o sonarte la nariz.
Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca sin haberte lavado las manos antes.
Si estás en casa, evita mantener el contacto directo con personas que estén enfermas o puedan estarlo.
Si estás fuera de casa intenta mantener una distancia de unos 6 pies entre la otra persona y tú. Recuerda que, aunque no tengan síntomas, las demás personas pueden propagar el virus. Presta especial atención cuando trates con personas mayores o con un factor de riesgo más elevado.
Las mascarillas son herramientas muy útiles que nos permitirán prevenir y evitar contagios y propagaciones del virus.
Es especialmente importante que todos utilicemos la mascarilla en lugares públicos.
Debes cubrirte siempre la boca y la nariz con un pañuelo o con la parte interna del codo cuando estornudes o tosas, y no escupas.
Es recomendable que lleves siempre encima un pequeño paquete de pañuelos para estos casos.
Es muy importante que mantengas limpio y desinfectado tu lugar de trabajo o las zonas donde haya tráfico de personas a tu alrededor. Mesas, interruptores de la luz, puertas, barandillas, teléfonos, ordenadores, grifos…
Primero tendrás que limpiar las superficies con agua y jabón, y acto seguido podrás desinfectarlas con la ayuda de un desinfectante doméstico.